Martinica es una isla de carta postal, verdadero sueño, que engatusa al visitante gracias a sus playas de arena blanca y sus riquezas interiores. En Martinica, no hay sólo el cielo, el sol y el mar sino también caña de azúcar, bosques, pueblos alejados y tranquilos, jardines fantásticos que te hacen olvidar la presencia turística y las construcciones en crecimiento.
Martinica sorprende con sus particularidades irreconciliables:
Azúcar, rhum, lluvia y sol, vientos y ciclones, volcanes y vegetación paradisiaca. El patrimonio histórico y los recuerdos de la época de la esclavitud, el ruido y las conversaciones del pueblo local no nos da otra elección que amarla. La isla captiva y conmociona, resiste los ciclones y los terremotos quedándose llena de vida.
Lugares ineludibles
1. Fort-de-France
En la costa oeste de Martinica se encuentra Fort-de-France, la única grande ciudad de la isla, su capital también. La bahía te impresionará con sus maravillas. Se viene con gusto a Fort-de-France por un día o menos, pasear por el mercado, ir de compras o dar una vuelta en el centro histórico.
2. Grand- Rivière
El camino llevando a Grand-Rivière es asombroso de belleza. Su pequeño puerto pesquero es encantador, con sus embarcaciones de varios colores. Se puede pasar horas mirando a los pescadores volviendo al puerto. Grand-Rivières es calma y relajada, con sus caminos estrechos y sus casas abiertas frente al mar.
3. «Le Diamant»
El camino escarpada que logra Le Diamant promete momentos inolvidables. Rodea «la Mujer Acostada» (nombre local del volcán apagado Larcher). Un punto de vista fue acondicionado y ofrece unpanorama espléndido sobre el peñon que dio el mismo nombre a la bahía del «Diamant».
4. Les Salines
Les Salines, es uno de los primeros sitios visitados del pais, se situa sobre la comuna de Sainte-Anne. Con su arena blanca y sus cocoteros inclinados hacia el mar, la playa Les Salines es la más grande y la más bonita de Martinica y puede ser de las Caraïbes. Intenta acercarte por el mar alquilando un barco en Martinica y báñate en las aguas cristalinas alejado(a) de los turistas.
5. Punta de Caravelle
La punta de la Caravelle es una reserva natural administrada por el Parque Natural regional de Martinica. Este sitio está protegido y permite dar paseos maravillosos entre la isla. Paisajes emocionantes durante 8 kilómetros de marcha.
De Martinica se puede alcanzar Guadalupe y aprovechar de las dos islas más hermosas de las Antillas. El periodo más adecuado para viajar a este destino es el invierno europeo en diciembre y enero. Para un viaje original, fuera del estrépito turístico, te aconsejamos visitar la isla con un velero o un catamarán con capitán para descansar y disfrutar completamente.