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¿Quién dijo que las Baleares eran únicamente un destino de verano? Viajar a las islas es siempre una buena idea, ¡sobre todo si se pueden evitar las aglomeraciones de turistas que las ocupan durante la época estival! ¿Te atreves a conocer Mallorca en invierno?
Desde Click&Boat lo tenemos claro: Playas sin gente, espectaculares paisajes, una gran oferta cultural y de ocio, así como una gastronomía a la que no te podrás resistir… ¡Bienvenidos a Mallorca!
¿Qué hacer en Mallorca en invierno?
1. Conocer el encanto de la capital, Palma
Empezando por la increíble Catedral de Santa María del siglo XIII, el Palacio Real de la Almudaina o el Castell de Bellver, situado en la Bahía de Palma de Mallorca, son algunas de las maravillas que la ciudad tiene preparadas para tu visita.
Pero el mejor plan, sin duda, es perderte paseando por las estrechas y alargadas calles del casco antiguo, descubrir sus pequeños comercios de artesanía local, y dejarte llevar por el ambiente y la tranquilidad de la zona en esta época del año.
2. Explorar la Serra de la Tramuntana y sus pueblos con encanto
La preciosa Serra de la Tramuntana es un paraje que forma parte del conjunto del Patrimonio de la Humanidad, ¡y no es de extrañar! Un recorrido por esta zona es una de las mejores opciones durante tu viaje a Mallorca.
Un paseo por las calles doradas del precioso pueblo de Valldemossa, una parada en el mirador de Sa Foradada para contemplar la vista panorámica, o una visita a Sóller, que dispone además de un puerto natural junto a la playa considerado como uno de los mejores de la isla. La Serra de la Tramuntana está llena de opciones!
3. Beneficiarse de sus rutas a pie, en bicicleta o a caballo
Otro de los puntos fuertes de la isla está directamente relacionado con sus maravillosos entornos naturales: Mallorca está repleta de senderos que te permitirán disfrutarla acompañado de una tranquilidad única.
Desde Maioris Decima, dirígete hasta el «Delta», un increíble acantilado a orillas del mar que te dejará sin palabras; llega hasta Es Caló de Betlem desde el pueblo con el mismo nombre, o hasta la Cala Bóquer desde Port de Pollensa… ¡Hay infinitas posibilidades! ¿Y tú? ¿Andas, pedaleas o galopas?
4. Descubrir las Rutas del vino
¿Sabías que Mallorca es una isla con una gran cultura enológica? Con más de 65 bodegas, las catas de vinos y visitas guiadas son una opción muy interesante durante tu visita. ¿La más afamada? La Ruta Binissalem, en la que encontrarás bodegas de la talla de José Luis Ferrer (creados a partir de uva Mantonegro, Callet y Moll), Jaume de Puntiró (Merlot y Moscatel), o Celler Ca Sa Padrina (vinos tradicionales de Mallorca).
No dudes en consultar todos los detalles sobre la Ruta del Vino de Mallorca más conocida, y personalízala a tu gusto para disfrutar de una experiencia única
5. Practicar tu deporte favorito
Practicar yoga o pilates en localizaciones de ensueño, jugar al golf en increíbles campos de primer nivel, realizar senderismo en rutas de película, montar en bici atravesando los mejores paisajes… Mallorca en invierno ofrece una amplia variedad de actividades deportivas para los que decidan disfrutar de unas vacaciones más activas. ¿Y después del ejercicio? ¿Qué te parece relajarte en un maravilloso spa? ¡También es posible!
6. Disfrutar de su oferta cultural
Otra alternativa será visitar la belleza de las “Coves del Drach, y dels Hams” en Manacor, la ermita de “El Calvario” en Pollença, así como todas las galerías de arte extendidas por la ciudad de Palma de Mallorca, o los museos (como el Museo de Rafa Nadal, para los amantes del tenis; o el Museo Modernista Can Prunera, centrado en la difusión del arte contemporáneo).
7. Probar la maravillosa gastronomía de Mallorca
No puedes irte de Mallorca sin probar la típica ensaimada rellena de cabello de ángel o la tradicional sobrasada untada en pan. Además, podrás dedicar una jornada a visitar los diferentes mercados gastronómicos de la capital, donde encontrarás los productos frescos locales de mejor calidad.
Disfruta de unas cañas en el Mercado de San Juan, pionero en el archipiélago, unas tapas en el de Santa Catalina, o los sabores más tradicionales en el popular Mercat de l’olivar, ¡el más grande de la ciudad!
8. Navegar de cala en cala sin masificaciones
Un atardecer en Es Trenc, una de las playas más grandes de la isla, Sa Calobra sin gente, o el entorno natural de la Cala Mondragó son algunos de los espectaculares paisajes que podrás disfrutar si te decides por alquilar un barco en Mallorca.
Aprovéchate de las ventajas del catamarán, un barco estable y completamente equipado, listo para ofrecerte la mejor experiencia, ¡incluso podrás cocinar a bordo!
9. Participar en las fiestas de San Sebastiá
Para comenzar el año con buen pié, no hay mejor manera que acudir a las fiestas de San Sebastiá, el patrón de Palma. Se trata de una celebración que tiene lugar a mediados del mes de enero, y que se basa en una combinación entre los fuegos de los correfocs, buena música a partir de conciertos y un ambiente único.
La lucha del bien contra el mal es el tema central sobre el que gira una fiesta dirigida a todos los públicos, ¡con un completo programa para que la diversión se sirva a gusto de todos!
10. Emprender una travesía hacia Menorca
Si dispones del tiempo suficiente, ¿qué te parece embarcarte en una aventura a bordo con Menorca como destino último? Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993, es la más salvaje del archipiélago, y todo un paraíso para los amantes de la naturaleza. ¡Estamos seguros de que no te dejará indiferente!
Entre lo mejor de Menorca, ¡no hay solo playas! Naturaleza, deporte o cultura se hacen un hueco en la lista, dando a la isla ese toque especial que todos buscan. Visitar Mallorca en invierno es una gran idea, ¿pero y si visitas Mallorca y Menorca? ¡Alquila un barco y hazlo realidad!