Compartir el post "Madre e hija viviendo en un velero: la inspiradora historia de @de_estribor_a_babor"
Vivir a bordo de un velero no es solo un estilo de vida, es una aventura llena de retos, aprendizajes y momentos inolvidables. Esto lo saben muy bien María e Inés, madre e hija y las caras detrás de la cuenta de Instagram @de_estribor_a_babor.
Juntas han decidido transformar sus días, dejando atrás la estabilidad de la tierra firme para sumergirse en una vida marcada por la libertad y la conexión con el mar.
En esta entrevista exclusiva, exploramos su fascinante historia, descubriendo las alegrías, los desafíos y las valiosas lecciones que han aprendido viviendo en un velero. Desde el vínculo especial que han fortalecido gracias a su pasión compartida por la navegación, hasta la realidad de adaptarse a un estilo de vida en un barco.
La historia de María e Inés es un ejemplo de valentía, resiliencia y la magia de vivir en el mar.

¿Quiénes están detrás del “Valiente” y de “De Estribor a Babor”?
Somos dos enamoradas del mar que un día decidieron dejar de verlo desde tierra y ver tierra desde el mar. María e Inés, o lo que es lo mismo, madre e hija, en una flotabilidad constante.
Dos atrevidas que hace 5 años compraron el «Mami», su primer velero de 7 metros de eslora con el que iniciamos este nuevo estilo de vida. Hace un año, nos enamoramos de un velero clásico de madera de los años 50 al que llamamos “Valiente”. ¿El motivo? Porque la valentía, al ser más ligera, flota mejor que los miedos.
Llevamos un año navegando con él y restaurándolo juntas, disfrutando del proceso y aprendiendo día a día. Porque en el mar, incluso el marinero con más salitre en la piel, aprende algo nuevo todos los dias.
¿De dónde surge «De Estribor a Babor»?
De estribor a babor, es todo lo que ocurre en una embarcación en ese espacio tan reducido.
Cuando compramos nuestro primer velero, el “Mami”, abrimos nuestra cuenta de Instagram @de_estribor_a_babor. Quería que mi hija Inés pudiera hablar con niños navegantes de otros países, como Francia y Argentina, donde hay muchísima afición a la náutica. Además, quería que tuviera referentes femeninos en este mundo.
Poco a poco, empezamos a compartir contenido sobre nuestras aventuras y desventuras. Así fue como, ”De Estribor a Babor” se convirtió en una gran familia del mar.
Nos ha traído muchísimos amigos, anécdotas y experiencias que ni siquiera podíamos imaginar hace años. Ni siquiera cuando Inés era pequeña y le contaba cuentos de piratas antes de dormir.

¿Qué es lo mejor de vivir en un barco y de compartir juntas vuestras vivencias en redes sociales?
Lo mejor diría que es elegir tus distracciones. Ahi tu decides con qué quieres distraerte, lejos de un sofá, electrónica, publicidad y prisas. En un barco siempre hay algo que hacer.
Otro cambio importante es el desapego a lo material. Cuando tienes poco espacio, utilizas solo lo que necesitas, y aprendes a priorizar lo necesario y simplificar tu vida.
Sin olvidarnos de la libertad: decidir cuándo zarpar y en qué parte del mar quieres ver amanecer mientras desayunas, o poder brindar con los amigos viendo el atardecer sin más preocupación que llevar bien trimadas las velas. Eso no tiene precio.
Estuvimos muchos años viviendo en el centro de Madrid rodeadas de edificios, donde nunca sabes de dónde viene el viento y no puedes ver amaneceres ni atardeceres. Son cosas tan sencillas que a veces resultan tan inalcanzables.
¿Cómo os organizáis para repartir las tareas del día en el velero?
Aquí en ”De Estribor a Babor” somos un equipo, así que las dos hacemos de todo. En un barco existe la regla que yo llamo 1X2, y es que por cada reparación que tienes pendiente, surgen dos nuevas. Siempre hay algo que reparar, revisar o cambiar.
Y aunque somos dos principiantes en el bricolaje, juntas nos ponemos manos a la obra y cada día aprendemos algo nuevo con ayuda de tutoriales, vecinos del puerto y de seguidores de Instagram que siempre nos ayudan y aconsejan.
A eso le añadimos que tenemos un velero clásico entero de madera de los años 50 que está en muy buen estado, pero que necesita muchos mimos y cuidados. Todo ello conlleva dedicar mucho tiempo al mantenimiento: lijar, barnizar, dar aceite de teca, y revisar piezas.

En un barco es imprescindible el orden, todo debe estar donde debe estar, para poder localizarlo rápidamente en caso de emergencia porque saber dónde está algo puede salvarte la vida.
Además, los veleros deben estar siempre a son de mar, recogidos y bien presentados, preparados para salir a navegar rápidamente, porque los atardeceres no esperan, y a la escora le encanta jugar con la gravedad.
Por eso, dedicamos tiempo a recoger y ordenar. Y a tener el ”Valiente” limpio y bonito, porque los barcos no son solo transporte, sino hogar.
¿Cuáles han sido los principales retos que habéis vivido hasta ahora?
El mar siempre te pone retos para que puedas avanzar, siempre hay mala mar que llega cuando menos se espera y una meteorología cambiante, pero ahí es donde aprendes, en las dificultades. Y entonces debes confiar en tus habilidades y en tu barco.
Y luego están los retos sociales. Al principio, la gente se escandalizaba cuando nos veía zarpar en un “cascarón” como decían, de menos de 7 metros que se movía con el mínimo movimiento. No podían creer que nos atrevíeramos a navegar en un barco tan pequeño.
Además, siendo solo una chica joven y una niña pequeña a solas, navegando de manera tradicional, sin electrónica ni artefactos. Pero eso cambió rápidamente. Supongo que con nuestras ganas nos ganamos el respeto de los lobos de mar.
Ahora con la llegada de nuestro nuevo barco, “Valiente”, mucha gente nos decía que estábamos locas por haber comprado un velero clásico de madera, con todo el trabajo que eso conlleva.
Yo siempre les doy la misma respuesta: loca estaría si no lo hubiera comprado, porque todas esas horas que necesita de mantenimiento, serán horas que estaré junto a mi hija, mano a mano, y eso no tiene precio.
Luego comprendí que la gente suele proyectar sus miedos en los demás, pero solo es eso, miedo.

¿Cuáles son vuestros siguientes planes de viaje? ¿Y vuestro viaje soñado?
Trajimos nuestro barco navegando desde Ibiza hasta Almería y nos apetece mucho repetir esa travesía.
También tenemos la suerte de poder disfrutar del paraíso que tenemos en Almería: el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, lleno de multitud de vida marina y con calas increíbles.
Desde que Inés era pequeña, es nuestro viaje soñado: cruzar el Atlántico navegando durante semanas, viendo solo azul sin avistar tierra, solo tú, el mar y tus pensamientos. Esperamos darle forma muy pronto.
Cuéntanos cómo es ser influencer con tu hija
La palabra sería divertido.
Parece que a medida que crecemos, olvidamos jugar, y eso es algo que me tomo muy en serio. La gente que nos sigue sabe que somos espontáneas y nos gusta divertirnos, así que siempre ponemos un toque de humor y desenfado a la náutica que siempre ha tenido ese aire tan elitista, formal y un tanto lejano.
Además contamos con Batmom que siempre aparece por el “Valiente” y en barcos ajenos, siendo la invitada que nadie invita.
Estamos muy agradecidas a toda la gente que nos sigue. Estos cinco años que llevamos compartiendo contenido, nos han tratado con muchísimo cariño y siempre nos ayudan y nos envían mensajes de apoyo.
Le habrás dado muchos consejos a Inés desde pequeña en relación a este sector, ¿cuál dirías que es el más importante?
Que sea resolutiva e independiente. Creo que son cualidades imprescindibles en la vida, pero en el mar mucho más, allí se amplifica la necesidad de serlo, y si no lo eres tendrás serios problemas.
Somos muy distintas, yo soy más caótica y ella más ordenada. Desde pequeña siempre ha sido muy metódica y le ha gustado entender los procesos, lo que ha facilitado que, a sus 15 años, sea una persona muy resolutiva.
Normalmente cuando hay que reparar algo que lleva tiempo y paciencia, pasa por las manos de Inés.
Hemos navegado mucho con amigos en sus barcos y siempre me han comentado lo fácil que le resulta a Inés para encontrar soluciones a los problemas en el “Valiente”, ya sea navegando o en barcos ajenos.

¿Qué consejos darías a las personas que quieran iniciarse en el mundo de la náutica?
Uno muy sencillo, hazlo.
No me cansaré de decirlo: si deseas entrar en este mundo, hazlo, no lo pienses más, simplemente hazlo, porque no te arrepentirás.
Recibimos muchos mensajes de personas que quieren empezar a navegar, comprar su primer barco o empezar a navegar con sus hijos y nos piden consejos sobre cómo empezar, dónde buscar barcos y sobre nuestra experiencia.
Nos cuentan que les inspiramos y les acercamos ese sueño y eso nos estimula muchísimo para seguir compartiendo en @de_estribor_a_babor y acercando este mundo a todo el que quiera entrar en él.
¿Cuál es el mayor mito que quieras desmentir del mundo de la náutica y la navegación?
Que los barcos son para gente con dinero… Cada vez que escucho esa frase me revuevlve el estómago, pensando en cuántos barcos están huérfanos de marineros por culpa de falsas creencias, pero sobre todo excusas.
La náutica y los barcos son para los que quieren estar en este mundo.
Los barcos como los coches, tienen un mercado de segunda mano extraordinario, donde puedes encontrar barcos de segunda, tercera o sexta mano a precios muy asequibles. Te aseguro que puedes encontrar un barco que se adapte a tu presupuesto fácilmente. Si puedes comprar un coche puedes comprar un barco.
Y para los que piensen: “Ya claro, y el mantenimiento y amarre…”. España es un país rodeado de costa, con puertos y precios bastante asequibles.
En cuanto al mantenimiento, si eres un manitas, te resultará asequible y si no, siempre tendrás una partida de gastos para ello como cuando cambias las ruedas de tu coche o los discos de freno.
Siempre aconsejo empezar con un barco de poca eslora, manejable donde te sientas cómodo y donde todo sea manual, con la mínima electrónica porque ahí aprenderás a navegar de forma tradicional.
Y si quieres iniciarte en la náutica sin barco existen multitud de escuelas, talleres y clubes de navegación donde puedes navegar por menos de lo que cuesta ir al gimnasio.
Que las excusas no limiten tus millas, porque a veces la mejor decisión es simplemente la que tomas hoy en lugar de mañana.
